El proyecto intenta desarrollar, en un espacio reducido, un programa el mes abierto posible. Se utiliza el orificio como recurso expresivo, el contraste entre la calidez de los estucos planchado y la madera, con la frialdad del acero y el vidrio, utilizando las transparencias, los reflejos y las ranuras como fuente de luz.
La tienda se estructura simétricamente respeta al eje longitudinal, rompiendo esta simetría a la fachada, con la disposición del escaparate y la puerta de acceso. Se ha puesto especial énfasis en la iluminación global y especifica de las vitrinas expositoras que fijan la atención y el interés con el objeto expuesto y protagonista del espacio: las joyas.