Co living: La elección de este uso tiene su origen en el concepto de las casas – fábricas tradicionales del Raval de Barcelona. Esta vivienda procura convertir el habitar también en un espacio de trabajo compartido que pueda relacionarse con el sector donde se inserta. Así mismo, el desarrollo de la actividad profesional y la conexión tan fuerte de la planta baja con el espacio público, permite la posibilidad de poder compartir con el resto de la comunidad los procesos de desarrollo, y favorecer un ambiente de barrio relacionado con la dinámica del sector.

La vivienda como proyecto, aúna los espacios de descanso con los espacios productivos, entendiéndose el desarrollo creativo como una acción doméstica más. La propuesta de semiplantas y los recorridos entre las mismas propician a que, pese a lo ajustado de las dimensiones del solar, se entienda el edificio como un continuo espacial que facilita las relaciones y hace menos fatigoso el acceso a plantas superiores.

Para el desarrollo e integración de la fachada en un contexto arquitectónico tan característico, se ha realizado un estudio del cromatismo y la morfología de la zona. La composición de las aberturas posee un doble plano en el que el exterior marca la imagen tradicional, mientras que el plano interior utiliza el movimiento vertical de los huecos definidos por las semiplantas para crear dinamismo.

Para simplificar el perfil de la calle se limita la composición del hueco y se soluciona la protección solar al interior, no siendo necesaria la colocación de balcones, respetando así la volumetría del edificio tradicional existente en dicha ubicación.

Este proyecto procura un lenguaje tradicional en fachada para pasar desapercibido y otorgar líneas más sosegadas a la calle con un funcionamiento dinámico basado en la tradición industrial del sector.